miércoles, 6 de febrero de 2019

¡¡HAN LLEGADO LAS PREGONERAS DE LA PRIMAVERA!!

 .

¡¡LAS PRIMERAS GOLONDRINAS Y AVIONES 
YA ESTÁN EN CARMONA!!

 Las golondrinas siempre han sido consideradas las pregoneras de la primavera. Pues bien, ya podemos ver sobre nuestras casas a las primeras golondrinas y aviones comunes, y pronto llegarán los vencejos.

 Como ya os mostramos en una entrada anterior, estas aves pasan el invierno en el centro y sur de África, atravesando el desierto del Sáhara y el Estrecho de Gibraltar, para pasar la primavera y el verano junto a nosotros.



  Es un viaje de más de 4.000 kilómetros, casi sin parar y sufriendo todo tipo de tiempo atmosférico. ¿Os imagináis pesar 30 gramos y tener que soportar una tormenta de arena?¿O cruzar el Estrecho bajo la lluvia, mientras el viento te impide avanzar?

POR TODO ELLO, 


 y. ahora, a descansar un poco de tan largo y duro viaje...








martes, 5 de febrero de 2019

POR SAN BLAS, LA CIGÜEÑA VERÁS.

Nuria Ramírez, de 3º D, ha sido la primera en enviarnos un material para colgarlo en nuestro blog. Ella nos ha mandado unas preciosas fotos de cigüeñas preparando sus nidos en los que sacar adelante a la nueva generación de estas blancas vecinas de nuestra ciudad. Gracias por tu colaboración, Nuria. Esperamos más fotos tan bonitas como éstas.





domingo, 3 de febrero de 2019

LUCES Y SOMBRAS EN LA ALAMEDA JARA

Hace ya varios años que vengo observando a las golondrinas que habitan en la Alameda Jara, dos parejas que anidan en el interior de cocheras de los pisos que la enmarcan. Una cochera está a un lado de la alameda y la otra, al otro. Parece mentira que, en una distancia tan pequeña -algo más de 50 metros- se vivan situaciones tan distintas.


El año pasado, los dueños de una de esas cocheras cerraron la entrada de las golondrinas con una malla de alambre y tiraron el nido. Al principio, ellas intentaron volver a hacerlo y las veías revoloteando alrededor de la puerta y agarrándose a la malla, pensando quizás por qué no podían entrar. Sin embargo, fieles a su costumbre de anidar donde nacieron, hicieron su nido fuera, en una esquina de esa puerta y, a pesar de lo expuesto del lugar, sacaron adelante a su prole. Hoy, su nido está casi destruido y, si vuelven a él, tendrán que reconstruirlo (si les dejan) y volverán a criar en un rincón lleno de peligros para sus pollos.


Tan sólo 50 metros más allá, al otro lado de la alameda, la otra pareja sacaba a sus hijuelos en el interior de la otra cochera. Entraban y salían en ella como siempre, canturreando mientras sorteaban  los barrotes, con la tranquilidad que da el tener a su familia a salvo en su hogar de siempre. Seguras y felices.


El otro día pasé por delante de esta segunda cochera y vi que la puerta estaba abierta. Miré dentro y comprobé, con inmensa alegría, que no sólo el nido seguía intacto, sino que había otro nido junto a él. La familia crece, igual que mi respeto y admiración por los dueños de ese garaje: un hermoso ejemplo de convivencia entre seres vivos, humanos y animales, que contrasta con un absurdo afán de limpieza de los dueños del otro. Un garaje que las golondrinas ya no ensucian, pero que lo hacen la falta de conciencia ecológica, las ruedas de los coches y el polvo de la calle.

miércoles, 30 de enero de 2019

¡HOLA A LOS COMPAÑEROS DE HUELVA!


Cuando, a comienzo de curso, comenzamos nuestro Proyecto, nos pusimos en contacto con muchos centros educativos de Carmona y algunos de otras provincias. Nuestra idea es crear una pequeña red de alumnos de muchos centros para dar a conocer nuestras aves migratorias y que nos ayuden a concienciar a quienes aún no las estimen tanto como nosotros.
Unos de los primeros en responder a nuestra llamada, a quienes queremos saludar desde aquí, fueron los compañeros y compañeras de 2º ESO del IES "Tres Molinos", de Villanueva de los Castillejos, en Huelva : Juan Márquez, Sergio Díaz, Ainara Vázquez, José Miguel González y Carlos Martín, y su profesor, José Antonio.
A todos ellos, HOLA y GRACIAS por vuestra colaboración. Esperamos seguir teniendo noticias vuestras.


DECORAMOS NUESTRA CLASE



Como parte de nuestro proyecto, poco a poco estamos decorando la clase. Algunos de vuestros compañeros os van a enseñar  lo bonito que está quedando el aula...  

ANDREA: UN CABLE LLENO DE GOLONDRINAS

Hola

Somos un grupo de 11 alumnos  de 3ª E.S.O.  Estamos realizando el proyecto llamdo”Piedras llenas de vida”. El grupo lo formamos: Laura, Manuel, María, Miguel, Andrea, Mario, Mireya, Miguel Ángel, Adrián, Elías y José Antonio. 

Por aquí os dejamos una foto de nuestras amigas las golondrinas. 




Queremos dar las gracias a los compañeros de 2º ESO y a su profesora, Eva, que han completado nuestra decoración con una frase del poema más conocido de Bécquer. ¡Ha quedado precioso! 



JOSÉ ANTONIO: EL MURO DE LOS VENCEJOS

Estamos preparando la llegada de nuestros amigos, los vencejos, y estamos decorando la clase para su llegada. ¡Los recibiremos con los brazos abiertos!















Aún tenemos que solucionar cómo colgar (sin estropearlo) una de las partes más importantes de nuestro muro de los vencejos: la Puerta de Sevilla, nuestras verdaderas "piedras llenas de vida". ¡¡Un millón de gracias a nuestras compañeras Nuria y Clara, de 3º,  que nos hicieron algo tan precioso!!





























LAURA : EL RINCONCITO DE LOS AVIONES



¡Hola!
Bueno, os quiero presentar nuestro pequeño rincón de aviones. Al igual que tenemos una pequeña porción de nuestra clase para las golondrinas y otra para los vencejos, no veíamos justo que los aviones no tuvieran la suya.

¡Quedan fabulosamente bonitos!







lunes, 28 de enero de 2019

¿FELIZ? VUELTA A CASA



" ¿Cómo te sentirías si, al volver a casa después de un largo viaje 
alrededor del mundo, encuentras la puerta tapiada? 
Como las personas sin hogar. "

  ¿Cómo crees que se sentirán ellos -vencejos, aviones y golondrinas- al ver sus nidos tapiados o destruídos, cuando regresen dentro de unos días a Carmona desde sus lugares de invernada en África, después de un viaje de más de 5000 km, muchos de ellos sobre el desierto del Sáhara?

 Ruta migratoria de los vencejos. Fuente: SEO

"Algunos vencejos los hemos recogido, exhaustos, después de pasar el desierto. Tienen el plumaje rasposo por haber pasado por tormentas de arena. La sensación es como si los hubiesen pasado por una lija." - Esperanza, de la asociación Ecourbe.



sábado, 26 de enero de 2019

CUENTOS CON GOLONDRINAS : EL PRÍNCIPE FELIZ

Para todos aquellos que amamos la lectura, los cuentos de Oscar Wilde forman parte de nuestra infancia. Para mí, entre todos ellos destaca el de El Príncipe Feliz, al que sólo puedo definir como delicioso y lleno de humanidad. Por ello, he querido que forme parte de las lecturas de PMAR  de este curso, enlazando con el programa para visibilizar y proteger estas aves en el que estamos metidos y del que este blog es prueba.
Y por ello, ahora que las golondrinas están a punto de regresar a nuestro pueblo, os pongo aquí las primeras líneas de este breve cuento, hasta la aparición de su viajera protagonista, para animaros a que lo leáis también y os enamoréis de su historia. Os prometo que, después de hacerlo, no podréis permanecer indiferentes cuando veáis volar a nuestras golondrinas... 

" La estatua del Príncipe Feliz se alzaba sobre una alta columna, desde donde se dominaba toda la ciudad. Era dorada y estaba recubierta por finas láminas de oro; sus ojos eran dos brillantes zafiros y en el puño de la espada centelleaba un enorme rubí púrpura. El resplandor del oro y las piedras preciosas hacían que los habitantes de la ciudad admirasen al Príncipe Feliz más que a cualquier otra cosa.
—Es tan bonito como una veleta — comentaba uno de los regidores de la ciudad, a quien le interesaba ganar reputación de hombre de gustos artísticos—; claro que en realidad no es tan práctico —agregaba, porque al mismo tiempo temía que lo consideraran demasiado idealista, lo que por supuesto no era.
 —¿Por qué no eres como el Príncipe Feliz —le decía una madre afligida a su pequeño hijo, que lloraba porque quería tener la luna—. El Príncipe Feliz no llora por nada.
—Mucho me consuela el ver que alguien en el mundo sea completamente feliz — murmuraba un hombre infortunado al contemplar la bella estatua. —De verdad parece que fuese un ángel —comentaban entre ellos los niños del orfelinato al salir de la catedral, vestidos con brillantes capas rojas y albos delantalcitos. —¿Y cómo saben qué aspecto tiene un ángel? —les refutaba el profesor de matemáticas— ¿Cuándo han visto un ángel? —Los hemos visto, señor. ¡Claro que los hemos visto, en sueños! —le respondían los niños, y el profesor de matemáticas fruncía el ceño y adoptaba su aire más severo. Le parecía muy reprobable que los niños soñaran.
Una noche llegó volando a la ciudad una pequeña golondrina (...)"   


POR CINCO CARACOLES...

Éste es Houdini. O era, pues murió ayer, envenenado por comer cinco pequeños caracoles cogidos en un camino cerca de la piscina municipal.
A Houdini nos lo encontramos hace dos semanas en un camino, desnutrido y con un peso tres veces inferior a lo necesario para que hubiera conseguido pasar el invierno. Nos lo llevamos a casa, con la intención de devolverlo a la Naturaleza en cuanto cogiera el peso necesario para poder sobrevivir. Durante el tiempo que estuvo con nosotros, no sólo se había recuperado, doblando el peso, sino que había conseguido que confiara en mí y salía de la casita que le habíamos preparado cuando llegaba del instituto, dispuesto a zamparse la manzana, la pera o los tenebrios con los que, mayoritariamente, le alimentábamos.
Anteanoche, como algo excepcional, le dimos cinco caracolillos que habíamos cogido de un poste del camino mientras paseábamos a las perras. Se los comió con tanto frenesí que ya estaba pensando en ir a cogerle más. No pude hacerlo. Ayer no salió a recibirme. Estaba enroscado, dentro de su cubil. Recordamos los caracoles y saltaron las alarmas. Lo intentamos todo, pero no pudimos hacer nada. En la consulta del veterinario había dos perros que presentaban los mismos síntomas de intoxicación, pero, claro, eran mucho más grandes que mi Houdini..
El veneno que mató a mi erizo sigue ahí. No me cabe duda de que él ha sido sólo una más de sus víctimas; el resto - porque hay más, estoy segura (insectos, aves o, incluso, otros erizos)- no los vemos, porque habrán muerto lejos o escondidos en sus madrigueras. Y, ante esta certeza, me asalta un temor: ¿cómo no pensar que también nos afecta a nosotros, los humanos, que también somos seres vivos, como él y como los perros intoxicados, aunque de mayor tamaño? Definitivamente, algo tiene que cambiar y, por el bien de todos, mejor que sea pronto.